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Inoculación efectiva de frijol de soya

Por el Dr. Stefan van Wyk, Victus Bio

Lado izquierdo: Plantas inoculadas utilizando las prácticas estándar del productor. Lado derecho: Plantas inoculadas con RX-N Soybean™: Ultra.

La necesidad de nitrógeno

El nitrógeno es un macronutriente esencial para el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Todos los procesos vitales de las plantas necesitan nitrógeno como componente principal de proteínas y enzimas. Por tanto, puede decirse que la disponibilidad de nitrógeno también influye, en última instancia, en la productividad de los cultivos. Por lo tanto, si se reduce la dependencia de la fertilización nitrogenada en la agricultura, se pueden conseguir varios beneficios económicos y medioambientales.

 

Las leguminosas obtienen su dosis de nitrógeno

Las leguminosas han desarrollado la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico a través de la relación simbiótica que forman con bacterias del suelo especializadas (fijadoras de nitrógeno) llamadas rizobios. Durante la interacción simbiótica, tanto la bacteria como la planta producen moléculas específicas de señalización y comunicación que conducen a la formación de una estructura radicular altamente especializada, los nódulos. Este proceso de fijación biológica del nitrógeno lo lleva a cabo un grupo especializado de procariotas.

 

Estos organismos utilizan la enzima nitrogenasa para catalizar la conversión del nitrógeno atmosférico (N2) en amoníaco (NH3) y es una solución respetuosa con el medio ambiente para hacer frente a la deficiencia de nitrógeno y aumentar la productividad de los cultivos.

En condiciones favorables y con una cantidad limitada de nitrógeno en el suelo, pueden formarse cientos de nódulos en el sistema radicular para suministrar el nitrógeno necesario a la planta anfitriona.

Sin embargo, esta interacción simbiótica es muy específica del anfitrión, ya que sólo hay un número limitado de especies de plantas anfitrionas con las que cada cepa de rizobio puede simpatizar.

Para garantizar un buen nitrógeno biológico, es imperativo utilizar la cepa correcta de bacterias rhizobium (la que es específica para el cultivo de leguminosas al que va destinada), antes de plantar la semilla.

 

 

Para aprovechar todo el potencial de los

inoculantes bacterianos, un inoculante debe:

  • Ser la cepa correcta de rizobio para el cultivo específico de leguminosas;
  • Contener una alta concentración de bacterias rhizobium;
  • Tener una larga vida útil;
  • Estar libre de contaminación no deseada;
  • Estar adecuadamente envasados y almacenados hasta su uso; y
  • Poder sobrevivir a condiciones adversas (Tabla 1).

Tabla 1: Las condiciones ambientales adversas matan la rhizobia

Pocos factores pueden afectar la supervivencia y con ello la efectividad de los inóculos de rhizobium, dependiendo del método de aplicación(Tabla 2).

Tabla 2: Factores que impactan la supervivencia de los inóculos de rizobium para aplicaciones en semilla y en surco.

Los rizobios son organismos vivos con necesidades sencillas que les permiten crecer y sobrevivir. Una vez incorporados al suelo, condiciones como el pH, la temperatura y la salinidad del suelo tienen una gran influencia en la supervivencia de los rizobios (Tabla 3).

Tabla 3: Necesidades de los rizobios para crecer y sobrevivir.

RX-N: un inoculante bacteriano de leguminosas para una fijación eficaz del nitrógeno

Victus Bio ofrece una gama de inoculantes biotecnológicamente avanzados para leguminosas, distribuidos por Laeveld Agrochem, denominado: RX-N Drybean™, RX-N Groundnut™, RX-N Lucerne™, RX-N Pea™ y RX-N Soybean™, entre otros. Para ilustrar el beneficio de estos productos, se destaca más adelante una gama de productos, RX-N Soybean™, a modo de ejemplo. RX-N Soybean™ contiene Bradyrhizobium japonicum cepa WB74, que es específica para los cultivos de soja.

Esta formulación presenta diversos beneficios y ventajas para el productor, entre ellos:

  • Alta concentración de bacterias rizobias viables, el requisito legal mínimo es de

> 2,0 x 109 ufc/ml que es el mínimo legal para inoculantes líquidos. Pruebas independientes realizadas a RX-N demostraron una alta concentración de bacterias rizobias viables consistentemente por encima de 6,5 x 109 ufc/ml.

  • Protectores osmóticos que ayudan a las bacterias a sobrevivir durante más tiempo en la superficie de la semilla y protegen las células bacterianas contra condiciones adversas como el estrés hídrico y químico en diferentes entornos agrícolas.
  • Envases permeables que permiten a las bacterias respirar durante el almacenamiento, lo que permite

que permanezcan metabólicamente activas durante largos periodos de tiempo (6 meses, que es el mínimo legal para inoculantes).

  • Compuestos de señalización que facilitan la comunicación entre la planta y las bacterias, permitiendo un establecimiento más rápido de interacciones simbióticas, haciendo que la fijación biológica del nitrógeno comience antes.
  • Los envases termoaislantes evitan los picos de temperatura durante el almacenamiento y el transporte, protegiendo las bacterias hasta su utilización.

Figura 2: Diferencias observadas en el campo del mismo lugar del ensayo. Plantas inoculadas siguiendo las prácticas estándar del productor a la izquierda (hojas, raíces, aspecto) y plantas inoculadas con RX-N Soybean™ Ultra a la derecha (hojas, raíces, aspecto).

 

The RX-N Soybean™ range of products include: 

*Sólo la opción RX-N Soybean™: Opción Ultra TX se suministra con un polvo secante, TX-Prime, que puede utilizarse para acelerar el periodo de secado entre la aplicación del inoculante y la siembra. No obstante, TX-Prime también puede adquirirse por separado. RX-N SoybeanTM: Número de registro: L10868 (Ley 36 de 1947).

 

El mayor número de bacterias rizobias viables suministradas con la semilla y establecidas con la planta, permite una mayor tasa de fijación biológica del nitrógeno. La fijación biológica del nitrógeno favorece además la resistencia de las plantas a las enfermedades, las plantas son más tolerantes a las condiciones de estrés, se estimula la germinación de las semillas y, en última instancia, se mejora el rendimiento de los cultivos.