Cultivo de Arboles: Variación del suelo y su impacto en las estrategias de riego
by Gareth Glasspool, Senior Soil Scientist and Marnus Ferreira, Head of Soil Science
La mayoría de los productores riegan en exceso
Por polémico que esto pueda sonar, es cierto. Para evitarlo, todos los factores que impactan en el riego deben ser entendidos y considerados al momento de decidir una estrategia de riego. La estrategia de riego ideal es aquella en la que las propiedades físicas y las limitaciones del suelo son consideradas, en combinación con el requerimiento de cultivo. Muchas estrategias fallan cuando se ignora el impacto del suelo.
Movimiento y comportamiento del agua en el suelo
La clave para una estrategia de riego exitosa es entender cómo se moverá el agua a través del perfil específico del suelo y, lo que es más importante, cómo se comportará el agua dentro de la zona de las raíces. Por supuesto, debe atenderse la necesidad del cultivo y debe tenerse en cuenta la cantidad de evaporación, pero el componente de drenaje y la acción capilar de la matriz hídrica del suelo son críticos para evitar el riego excesivo.
Para lograrlo, es necesario entender cuál debe ser la profundidad de riego ideal y asegurar una relación óptima entre el agua del suelo y el oxígeno (la línea de agua disponible de la planta), que es el punto ideal entre tener suficiente agua del suelo mientras se mantiene suficiente oxígeno en el perfil para que transpiren las raíces. La falta de oxígeno debido a un suelo demasiado húmedo (irrigado en exceso), hará que el árbol deje de transpirar y, en consecuencia, entre en estrés. Esto podría suceder muy fácilmente si no se implementa una estrategia de riego que se centre en las propiedades físicas del suelo. Por ejemplo, el suelo franco arenoso tiene una capa de roca impermeable a 400 mm de la superficie. Si el agricultor riega con 2 líneas de goteo de 2 L a 600 mm de distancia durante un período de 6 horas, toda la zona de raíces (que solo puede distribuirse dentro de una profundidad total máxima de 400 mm) estará totalmente saturada. En este caso, el árbol deja de funcionar eficazmente en un intento de sobrevivir.
El agua habría llegado a la capa de roca impermeable después de aproximadamente 1,5 horas de riego. Cada gota de ahí en adelante saturaría el suelo aún más, expulsando efectivamente todo el oxígeno de los macro y microporos restantes y reemplazándolo con agua.
Figura 1: Representación visual de la distribución de macro y microporos para suelos arcillosos y arenosos (Brady & Weil 2016).
Por lo tanto, cada gota añadida después de 1,5 horas no solo se desperdicia, sino que también contribuye activamente a iniciar el estrés en el árbol. Inhibe el desarrollo de raíces saludables y disminuye la capacidad del árbol para manejar factores de estrés ambiental como el calor excesivo durante la floración o la formación de frutos.
Una vez identificada la profundidad de riego limitante, se puede implementar una estrategia que garantice que los tiempos de riego distribuyan el agua dentro de la zona de raíces sin forzar todo el oxígeno esencial fuera del perfil. Como se mencionó, la evapotranspiración debe ser atendida, pero al entender cuál debe ser la profundidad de riego ideal y la tasa de suministro, se puede calcular el tiempo de ejecución perfecto, así como el tiempo ideal entre los ciclos de riego.
Papel de la textura del suelo en la gestión del riego
Un factor clave a considerar en la dinámica del agua del suelo es el impacto de las diferentes texturas del suelo. Los suelos arcillosos y los suelos arenosos, por ejemplo, consisten en macro y microporos variables, mientras que los suelos arcillosos tienen una mezcla de ambos, los suelos arenosos están dominados por macroporos (Figura 1).
Cuando se riegan suelos arcillosos o de textura fina, una mayor porción del agua permanece dentro de los poros del suelo debido a la abundancia de microporos que lo facilitan. En contraste, los suelos arenosos o de textura gruesa exhiben un drenaje libre debido a que el agua se mueve hacia abajo rápidamente ya que los macroporos no se adhieren al agua con la misma eficiencia.
Por lo tanto, la gestión del riego debe ajustarse en función de los tipos de suelo para garantizar una eficiencia óptima en el uso del agua y el rendimiento de los cultivos. En la tabla siguiente se destacan las diferencias clave.
Tabla 1: Diferencias de riego entre suelos arcillosos y suelos arenosos.
CARACTERISTICA DEL SUELO SUELOS ARCILLOSOS SUELOS ARENOSOS
Infiltración Lenta (Espacio porosos mas pequeños) Rápida (espacios porosos mas grandes)
Capacidad de retención de agua Alta Baja
Distribución Mas uniforme Desigual
Las principales diferencias relacionadas con las características del suelo (Tabla 1) indican claramente que la gestión del riego debe adaptarse al tipo de suelo. Los suelos arenosos requieren eventos de riego más frecuentes para compensar el rápido drenaje del agua y menos tiempo de aplicación. Los suelos arcillosos, por su parte, necesitan eventos de riego menos frecuentes debido a una mayor capacidad de retención de agua, lo que permite intervalos prolongados entre eventos de riego y un mayor tiempo de aplicación de agua.
Estudio de caso: Comprensión de las implicaciones de la irrigación ineficaz (Figura 2).
Figura 2A y B: Ambas imágenes son ejemplos de un perfil arenoso con desarrollo de raíz limitado en la capa superior del suelo (0 – 300 mm). Fotos: Phillip Nell.
Las figuras 2A y B muestran dos perfiles de suelo ligeramente diferentes. Sin embargo, una característica común clave es claramente visible: hay una falta de desarrollo de la raíz entre 0 – 300 mm de la superficie, por debajo de la cual algunas raíces se han desarrollado y sobrevivido.
Las imágenes ilustran una característica conocida como el efecto “maceta”, que indica que la capa superior del suelo está siendo irrigada en exceso y que la irrigación, por lo tanto, no ha sido efectiva y debe ajustarse. El área azul (Figura 2B) indica riesgo excesivo. Aquí el oxígeno ha sido expulsado del perfil, lo que lleva a la descomposición de las raíces. El área verde es donde la relación entre el oxígeno y la humedad es ideal, permitiendo que las raíces sobrevivan. El perfil de la figura 2A es predominantemente de textura arenosa, con un poco más de franco arenoso en la figura 2B.
Como se mencionó anteriormente, el movimiento del agua está dominado por el potencial gravitacional, que causa muy poco movimiento horizontal dentro de un perfil arenoso. Esto lleva a que el perfil se riegue demasiado profundamente, y los niveles de humedad ideales no pueden (y no se mantienen) en la capa superficial del suelo. Para corregir esta situación, la estrategia de riego debe ajustarse para garantizar que la distribución del agua sea más uniforme dentro del perfil.
La irrigación excesiva se puede prevenir
Las ineficiencias de la irrigación pueden ajustarse y corregirse. Sin embargo, es importante entender el impacto que diferentes texturas y características del suelo pueden tener sobre la irrigación. En Agri Technovation, nuestro departamento de Ciencias del Suelo podrá ayudar a facilitar el proceso de corrección de ineficiencia en el riego. A través del servicio MYSOIL CLASSIFICATION™, los productores pueden determinar y, por lo tanto, entender su suelo y desarrollar la estrategia de riego correcta para sus necesidades específicas.
Brady, N.C. & Weil, R.R., 2001, The Nature and Properties of Soils, Prentice Hall.